Cuando pensamos en repostería, solemos imaginar azúcar, chocolate o frutas… pero las especias también juegan un papel fundamental en el universo dulce. Bien utilizadas, aportan profundidad, calidez y un toque inesperado que transforma cualquier postre en una experiencia sensorial completa.

La canela es la reina de los postres. Su aroma cálido y envolvente combina perfectamente con manzana, pera, calabaza, chocolate y masas dulces. Desde un crumble hasta un bizcocho casero, una pizca de canela puede marcar la diferencia.

El cardamomo, con su perfil cítrico y ligeramente mentolado, se utiliza mucho en la repostería india y escandinava. Va de maravilla en bollos, natillas o cremas, y aporta un frescor delicado que sorprende.

La nuez moscada combina especialmente bien con recetas a base de leche, como flanes, arroz con leche o cremas horneadas. Rallada al momento, aporta un sabor cálido y ligeramente picante.

El jengibre, ya sea fresco o en polvo, es ideal para galletas, bizcochos o panes dulces. En la temporada navideña es el protagonista de muchas recetas tradicionales.

El anís estrellado y el clavo de olor ofrecen notas intensas y complejas, perfectas para infusiones dulces, almíbares especiados o frutas escalfadas.

¿Un truco? Crear tus propias mezclas para postres, combinando canela, jengibre y nuez moscada en proporciones a tu gusto. Con un toque de creatividad, las especias convierten cualquier dulce en algo inolvidable.