Las especias son ingredientes vivos: su sabor, aroma y propiedades dependen de cómo las almacenamos. Aunque no se estropean como otros alimentos, si no se conservan adecuadamente, pierden intensidad, frescura y eficacia. Aquí te compartimos consejos clave para mantener tus especias como recién compradas.

1. Aléjalas de la luz y el calor
   La exposición a la luz directa y al calor hace que las especias se oxiden más rápido. Evita guardarlas cerca del horno o en estantes abiertos bajo la luz del sol. Lo ideal es un armario fresco y oscuro.
2. Usa frascos herméticos
   Recipientes de vidrio oscuro con cierre hermético son la mejor opción. Protegen del aire y la humedad, que pueden arruinar el aroma y provocar que las especias se apelmacen o pierdan sus aceites esenciales.
3. Evita el plástico fino y las bolsas abiertas
   Aunque muchas especias se venden en bolsitas, no es recomendable almacenarlas así a largo plazo. Transfiérelas a envases resistentes tan pronto como lleguen a tu cocina.
4. No las muelas hasta el momento de usarlas
   Las especias enteras, como la pimienta, el comino o las semillas de cilantro, conservan su sabor por más tiempo que las molidas. Muele solo lo que vas a utilizar para que no pierdan fuerza.
5. Etiqueta con fechas
   Es útil anotar la fecha de compra o de envasado. Aunque las especias no «caducan», sí pierden potencia con el tiempo. Como regla general, las enteras duran hasta 3 años y las molidas, entre 1 y 2 años.

Con estos cuidados, cada pizca de especia mantendrá toda su magia, lista para transformar tus platos.